Confiados en el amor de Dios
El Papa Francisco escribió en su exhortación apostólica Amoris Laetitia, “La pareja que ama y genera la vida es la verdadera «escultura» viviente — no aquélla de piedra u oro que el Decálogo prohíbe — capaz de manifestar al Dios creador y salvador”.
Fernando y Claudia González son una pareja que tienen una fe muy profunda y llevan casados veintiún años. Comparten cada día el amor y la realidad de Dios con sus cuatro hijos: Kevin, 18 años, Karen, 15 años, Jesús, 10 años, y Emmanuel, 8 años.
Los esposos González son feligreses de la Parroquia de Our Lady of Guadalupe y la Parroquia de St. Peter the Apostle de Fort Worth. Comparten con la comunidad las experiencias vividas de su familia y matrimonio, y su vivencia de cómo cultivar con orgullo su identidad de católicos.
CÓMO SE CONOCIERON: Pese a que se criaron en la misma área y calle en México, no fue hasta que los dos asistieron a un retiro de jóvenes de preparación para la Pascua en su parroquia que se hicieron amigos. Claudia afirmó que ese retiro, “fue donde compartimos más y tuvimos la oportunidad de platicar de nuestros gustos similares,” incluido el amor y la devoción de ambos a la Misa.
“Ahí la conocí y nos enamoramos”, dijo Fernando.
Fueron novios por cinco años antes de casarse.
ACTIVOS EN LA FE: Una vez casados, se mudaron a Fort Worth. Aún cuando sus hijos eran chiquitos, ellos encontraban siempre oportunidades para involucrarse en su parroquia. Fernando relata que la familia descubrió el grupo de Movimiento Familiar Cristiano Católico al poco tiempo de integrarse a la Parroquia de Our Lady of Guadalupe.
“Estuvimos en ese grupo cerca de tres años. Las reuniones incluían a toda la familia. Los niños hacían una cosa y nosotros los adultos discutíamos diversos temas entre las familias”, explicó Fernando.
Desde entonces, siguieron activos en la vida de fe de la parroquia, participando en todo lo que podían. Fue así como conocieron al Grupo Carismático.
La participación en este grupo, donde llevan doce años como miembros, los ayudó a aprender más acerca de la fe a través del estudio de la catequesis. Aprendieron “no sólo a vivir la fe, sino también a compartirla con los demás”.
La familia González está también muy involucrada desde hace seis años en el programa de catequesis de la Parroquia de St. Peter the Apostle.
APRECIO POR LA VIDA: Luego de tener su tercer hijo, Claudia relató que ella estaba lista para operarse para evitar tener más hijos. Sin embargo, según fueron aprendiendo más sobre la fe y la Teología del Cuerpo en el grupo Carismático, Fernando le explicó a su esposa que él respetaba su cuerpo, pero que era también pro-vida.
“Él me hizo ver a mí como mujer que me iba a apoyar y que, si los dos íbamos a vivir nuestra fe, también podíamos aprender más de nuestra fe y de nuestro cuerpo.
Entonces, gracias a eso, ya tenemos diez años de cuidarnos así … Yo lo admiro porque gracias a que él me apoya en eso, podemos darle el Sí a Dios”, ella dijo.
Claudia también discribio la fortaleza demostrada por su esposo en buscar otras opciones para prevenir los embarazos, ya que “en ese momento no lo veía y hasta me peleé con él ... Gracias a los esfuerzos de mi esposo, somos una feliz familia de cuatro hijos”.
REBOSANTES DE FE: Claudia afirmó que “Gracias a Dios y a mi esposo, entendí que nuestro cuerpo lo tenemos que cuidar porque nosotros reflejamos lo que somos”.
“Si nosotros damos a nuestros hijos alegría, nuestros hijos van a tener alegría. Si nosotros enseñamos la fe a nuestros hijos, aunque no la tengamos, nuestros hijos van a tener fe. Y si nosotros no les damos esos cimientos, especialmente de la manera que está el mundo actual, menos la van a tener”.
SENTIR ORGULLO DE NUESTRA FE: Ellos tienen sus dos hijos más pequeños matriculados en la escuela pública, y ven que hay muchos retos y obstáculos en los tiempos modernos que sus niños enfrentan y batallan con respecto a su fe.
Las actividades y distracciones constantes que se encuentran en el mundo secular pueden obstruir fácilmente la presencia de Dios en sus hijos, observó Fernando. En la casa, ellos siembran y enfatizan también los valores del orden y el respeto tanto como pueden.
“Si no lo hiciéramos así, nuestros hijos podrían perderse”, señaló Fernando.
“Por la tecnología, muy fácil podrían dejar su fe y podrían no dar importancia a orar en casa. Por eso, nosotros enfatizamos y les decimos lo importante que es que, si alguien les habla de Dios, no les dé vergüenza. Yo les digo, ‘A ustedes nunca les debe dar vergüenza hablar de Jesús ni hablar de Dios’. Y cuando les pregunten si eres católico, digan siempre ‘claro que soy católico’”.
FRUTOS LOGRADOS MEDIANTE EL ESFUERZO: Kevin se graduó de la escuela preparatoria Cristo Rey Fort Worth el año pasado y fue reconocido por la profundidad de su fe.
Cuando vio el reconocimiento, Claudia se sintió, “muy engrandecida … porque, si mi hijo tiene a Dios en su vida, nada le va a faltar. Sé que va a caer y a tener tentaciones, pero nada le va a faltar porque Dios estará con él”.
Su hija Karen es estudiante de primer año de la escuela preparatoria Cristo Rey Fort Worth.
CONSEJOS PARA LOS MARIDOS: “Ora por tu esposa. Es lo más grande que puedes hacer por tu pareja”, dijo Fernando.
CONSEJOS PARA LOS PADRES: Fernando aconseja que los padres den siempre ejemplo de la vivencia de su fe. “Las clases de catequesis son para rellenar los huequitos, no son para evangelizar a los niños. Los niños se evangelizan en casa”, afirmó Fernando.