Alegría y agradecimiento a Dios

North Texas Catholic
(3 de enero de 2024) Noticias-Locales

Camila Flores, de 14 años, en su vestido de Quinceañera el 20 de octubre en la Parroquia de Our Lady of Guadalupe en Fort Worth. (NTC/Juan Guajardo)

Camila Flores siente una gran ilusión de celebrar su Quinceañera y verse caminando hacia el Altar en su Parroquia Our Lady of Guadalupe de Fort Worth en su vestido largo de corte princesa del brazo de sus padres y acompañada de sus damas y chambelanes. ¡Es “un sueño” que pronto se hará realidad!

La Bendición de las Quinceañeras se celebra con una Misa de Acción de Gracias, explica el Padre José Feliciano Torres Castro, párroco de Our Lady of Guadalupe. “Es una Eucaristía en que la quinceañera se consagra a la Virgen, renueva sus promesas bautismales y, por supuesto, promete vivir según los ideales cristianos”.

“Estoy muy agradecida de mis papás porque están haciendo realidad un sueño que siempre he tenido”, asegura Camila, que con gran anhelo espera que “llegue el día” junto a sus familiares y amigos para agradecer a Dios “permitirme llegar a mis quince años de edad”, expresó con emoción. 

“El quinceañero es una celebración verdaderamente hermosa, una tradición hispana en la que se destaca la importancia de la familia unida, para celebrar el don de la vida”, apunta el Diácono Rigoberto Leyva, Director del Ministerio Hispano de la Diócesis y diácono de la Parroquia St. Peter the Apostle de White Settlement. 

El valor de su familia es tan importante para Camila que estuvo dispuesta a aplazar su celebración de quinceañera para diciembre, aunque su cumpleaños es en septiembre, para que sus abuelos paternos y maternos que viven en Zacatecas y San Luis Potosí, pudieran estar presentes. “Todos en mi familia estamos muy emocionados por este día tan especial para mi”, afirmó Camila. 

Los padres de Camila, Lorenzo e Hilda Flores, de 37 y 39 años respectivamente, afirman que es una “gran bendición poder llevar a la mayor de sus tres hijas frente a Dios y la Virgen María”. 

Camila Flores en su vestido de Quinceañera el 20 de octubre alfrente de la gruta de la Virgen María en el jardín de la Parroquia de Our Lady of Guadalupe en Fort Worth. (NTC/Juan Guajardo)

“Es una de las alegrías más bonitas que los padres puedan tener”, asegura Hilda, pues imagina con “ilusión y felicidad” el momento “que entremos a la iglesia desfilando con ella, con mi Padre Dios, dándole gracias porque nos da esta dicha y para que ella sepa que Dios y la Virgen la van a ayudar siempre a salir adelante”, agregó Hilda, que pertenece al Grupo de Oración de su Parroquia Our Lady of Guadalupe.

“Significa mucho para nosotros como padres celebrarle esta nueva etapa en la que nuestra hija pasa de la infancia a ser adolescente y nos da gusto inculcarle y cultivar nuestra fe católica”, dijo Lorenzo, originario de San Luis Potosí. Enfatiza además que la felicidad que sienten al celebrar esta tradición es “como hispanos, pero más que nada, como católicos”.  

“Me da mucho orgullo y satisfacción ver que ella se esfuerza en la escuela, es obediente, y eso nos motiva a seguirla apoyando”, afirmó Flores. Añade que la fiesta entre los familiares y amigos, la cual es también un símbolo de integración a la sociedad como joven responsable, se ha planeado sencilla de acuerdo con sus posibilidades, pero lo más importante, asegura, es que Camila “reciba la bendición de Dios”. 

El Diácono Leyva destaca que se trata de “una celebración comunitaria”, ya que Camila será acompañada de sus padres, sus padrinos de bautizo, sus familiares y amigos más cercanos. Ésta es una ocasión en que el pueblo cristiano unido se compromete a darle “un buen ejemplo de cómo vivir sanamente al celebrar esta costumbre de gran significado en la que recordamos nuestro pasado y descubrimos nuestras raíces”, apuntó el Diácono Leyva.

En las culturas Maya y Tolteca se celebraban rituales muy elaborados de transición para los hombres y mujeres jóvenes. Sin embargo, cabe señalar que este paso de infancia a joven adulto tiene también raíces españolas, según lo explica en su página web la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. En el 2007 se hizo una revisión de esta tradición y se permitió las celebraciones Eucarísticas de la Quinceañera como una Misa de Acción de Gracias y dentro del contexto de una especial Bendición de la Quinceañera. Al mismo tiempo, la Misa de Quinceañeras recibió el reconocimiento de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos del Vaticano.

El Padre Thu Nguyen, Director de la Oficina de Liturgia y Culto Divino de la Diócesis, realza la contribución del Padre Ken Robinson y el Padre Héctor Medina, que hace varios años “revisaron esta tradición y desarrollaron una guía en la página web de la Liturgia y Culto Divino”, para la Bendición de las Quinceañeras. Es importante resaltar la labor de la Hermana Angela Erevía, que escribió el libro “Religious Celebration for the Quinceañera” (La celebración religiosa para la Quinceañera) para ilustrar la importancia religiosa de esta celebración. Fue publicado en el 1977 por el Centro Cultural de Estudios México Americanos de la Universidad de Texas. 

El Padre Thu apunta que “tenemos que distinguir” entre una Misa de Acción de Gracias por los quince años como símbolo de madurez con respecto a la edad y el Sacramento de la Confirmación que es un Sacramento de Iniciación, que marca la transición a la madurez en la fe. 

El Padre Thu, que es además el párroco de St. Paul Apostle de River Oaks, desarrolló un Modelo de Catequesis de Cuatro Sesiones para ayudar a las familias que no están inscritas en el programa de formación de la fe, que se exige para recibir la Bendición de Quinceañeras.

El fin es que “se acerquen a la Iglesia”, encaminen a la joven a su madurez en la fe y que posteriormente busquen y reciban el Sacramento de la Confirmación. 

Bajo este modelo catequético la joven y sus padres profundizan en el bautismo y la identidad católica, así como la influencia que la cultura y la familia tienen en su propia identidad de fe como joven discípulo. Este modelo sirve también para conocer los detalles de la planificación de la celebración litúrgica, las lecturas y la música. 

“La meta es explicar las costumbres católicas entre los hispanos y su simbolismo; y saber la razón por la cual piden que la medalla de la Virgen y otros artículos religiosos sean bendecidos”, explicó el Padre Thu. 

Se enfatiza el aspecto cultural y religioso, ya que “en ocasiones tenemos que batallar con la idea de que todo se trata de la gran fiesta”, dijo el sacerdote. La idea es integrar esta catequesis en la página web de la Oficina de Liturgia y Culto Divino para que llegue a toda la Diócesis.

El Padre Thu, originario de Vietnam y que vivió un tiempo en México, explica que, aunque la celebración de los Quince Años no es exclusiva para las mujeres, la tradición apunta al papel de la mujer en la familia como promotora de la fe.

“Es la madre quien enseña la fe a la hija. Es la abuela quien enseña la fe a la nieta”, declaró. Los quince años, además, marcan el inicio de una nueva etapa  en la que todavía no se desliga de la guía de los padres, pero conlleva decisiones individuales responsables, recalcó el Padre Thu. Hace también hincapié en el Salmo 144,12, que nos dice, “Que nuestros hijos sean como plantas, florecientes en plena juventud; que nuestras hijas se asemejen a columnas, esculpidas como las de un palacio”.

 

El buen árbol se conocerá por sus frutos

El Padre Feliciano menciona tres dimensiones que la Iglesia destaca para la Bendición de Quinceañeras: Formación, Eucaristía y Acción. 

En su homilía él procura hablarle tanto a la Quinceañera, como a las damas y los chambelanes, sobre las cuatro respuestas de un cristiano presentadas en la Parábola del Sembrador.

Camila Flores en su vestido de Quinceañera el 20 de octubre alfrente de la gruta de la Virgen María en el jardín de la Parroquia de Our Lady of Guadalupe en Fort Worth. (NTC/Juan Guajardo)

La primera semilla cayó en el camino y se la comieron los pájaros: Las estadísticas en los Estados Unidos y México muestran numerosos embarazos a temprana edad, cuando los jóvenes aún no tienen la madurez para ser papás. “No dejemos que nos coma este ambiente”, reflexionó. 

La segunda semilla cayó en terreno pedregoso: Las familias que batallan con el alcoholismo, las drogas y la falta de comunicación. “Todo eso seca a los hijos. Hay que evitarlo a toda costa”, señaló. 

La tercera semilla cayó entre la maleza o hierba mala: Las malas amistades, “¡Cuidado! Te invitan a hacer actividades o cosas que no van en provecho de una formación ética, cívica y religiosa. Es hierba mala”, advirtió.

La cuarta semilla, cayó en tierra fértil y produjo, el cien, doscientos y trescientos por ciento. 

“¡Entonces, esto es lo que queremos! Pero eso implica saber quiénes somos, qué queremos, y qué podemos”, explicó.

“La esperanza que todos tenemos es que den el fruto de la madurez, del amor, de ser justas, de ser exitosas, de ser mujeres que traigan paz, amor, igualdad, y que den a conocer el rostro de Dios a nivel femenino”, aseveró el Padre Feliciano.

Según se aproxima recibir la Bendición de la Quinceañera, Camila asegura que se siente “feliz, emocionada y orgullosa de ser hispana y católica”. 

Ella quiere ser un buen ejemplo para sus hermanas de once y nueve años de edad, “No todo siempre va a salir como lo esperamos, pero si rezamos, tenemos fe y somos agradecidas a nuestros papás, todo va a estar bien,” dijo Camila y agregó que “la Virgen María me da el ejemplo de portarme bien y de poner toda mi fe en Dios”. 

Camila se prepara también para recibir el Sacramento de la Confirmación en mayo del año que viene.

Camila Flores, Quinceañera, Our Lady of Guadalupe de Fort Worth, damas y chambelanes, Quinceañera Catolica, trending-spanish