Han pasado diez años: una mirada a los primeros diez años del episcopado del Obispo Michael Olson

El Obispo Michael Olson celebra el 21 de agosto de 2019 la Misa del 50° aniversario de la Diócesis de Fort Worth en el Centro de Convenciones. (NTC/Ben Torres)

¡Cómo pasa el tiempo!

Los pasados diez años se esfumaron en medio del bullicio de numerosas ordenaciones, confirmaciones, dedicaciones de parroquias y muchísimas otras cosas…para el Obispo Michael Olson, que cumple el 29 de enero el décimo aniversario de su ordenación e instalación como el cuarto obispo de la Diócesis de Fort Worth.

Su liderazgo ha quedado demostrado en lo que se anticipaba, como el crecimiento de la población del norte de Texas, pero también en lo inesperado, como la pandemia global.

En este artículo se dará un breve resumen de los principales eventos y logros de los primeros diez años del episcopado del Obispo Olson.

 

Con miras al futuro

Varias diócesis en diferentes partes del país han tenido que cerrar o consolidar parroquias debido a que la población católica ha ido disminuyendo.  

Pese a esta situación en otros lugares, no es así en la Diócesis de Fort Worth. Tiene actualmente múltiples proyectos de construcción en marcha, cuyo costo total se estima en unos

$105 millones para construir, ampliar o renovar treinta y nueve parroquias y escuelas. En esta cifra no se incluye el costo de las expansiones recientes de St. Andrew Catholic School, Nolan Catholic High School, la Parroquia de St. Francis of Assisi y la Parroquia de Holy Cross.

Desde la instalación del Obispo Olson hace diez años el número estimado de católicos de la Diócesis ha crecido de 700,000 a 1.2 millones de feligreses. El Obispo Olson estableció durante este período tres parroquias nuevas. Hoy día, se siguen haciendo estudios para estimar el crecimiento demográfico del área y se continúa la búsqueda de posibles lugares para establecer nuevas parroquias en el futuro.  

Stephen Becht, el Director de Operaciones y Finanzas de la Diócesis, señala que la decisión del Obispo Olson con respecto a las nuevas ubicaciones de las parroquias, el diseño de las iglesias y las obligaciones financieras miran hacia la estabilidad espiritual y fiscal de la Diócesis en el futuro.

 

Nadie es insignificante

La Diócesis de Fort Worth comprende más de un millón de católicos, veintiocho condados y un territorio de aproximadamente veinticuatro mil millas cuadradas. No obstante, el Obispo Olson afirmó que “nadie es insignificante; y nadie está muy lejos”.

Algunas comunidades son grandes, como, por ejemplo, los hispanos. “Es maravillosa la forma en que el Obispo Olson no sólo nos brinda lo que necesitamos para el crecimiento de nuestro ministerio, sino que también camina con nosotros y nos acompaña en diferentes eventos”, dijo el Diácono Rigoberto Leyva, Director Diocesano del Ministerio Hispano.

Otras comunidades son bastante pequeñas, como la comunidad de los sordos. El Obispo Olson celebra Misa con ellos aproximadamente una vez al año y proporciona los recursos que se necesitan para tener intérpretes en las Misas de la Diócesis, comentó Connie Martin, la Coordinadora del Ministerio de Sordos.

La comunidad católica de Ghana celebra una Misa semanal en inglés y twi. El Obispo Olson está ayudando a comenzar además una Misa mensual en igbo para los nigerianos. La Diócesis tiene también parroquias que celebran Misa en vietnamita, coreano y latín.

 

Una cultura que cultiva las vocaciones

“Es una gran prioridad del Obispo Olson crear una cultura que cultive las vocaciones para llenar las necesidades espirituales futuras de la creciente diócesis”, apuntó el Padre Brett Metzler, el Director de Vocaciones.

Desde su instalación como Obispo de Fort Worth, el prelado ha ordenado veintidós hombres al sacerdocio y hay actualmente en el seminario veintinueve hombres más en el proceso de formación al sacerdocio.

Es importante señalar que para el Obispo no se trata simplemente de una cuestión de cantidad, explicó el Padre Metzler. “El énfasis de nuestro Obispo es: ‘¿Siente verdaderamente este hombre el llamado al sacerdocio? ¿Es bueno para la Iglesia?’ Él no quiere que nadie se sienta que va dirigido al fracaso”.

Gracias al Obispo Olson se ha acrecentado la conciencia sobre las vocaciones religiosas en la Diócesis, ya que constantemente alienta a los párrocos y a las escuelas católicas a promover las vocaciones.  El Obispo ha dado también más visibilidad a los seminaristas al asignarlos durante el verano a servir en las parroquias, y mediante las visitas de ellos a las escuelas y eventos diocesanos. El Padre Metzler ha visto que la asistencia a los eventos de discernimiento ha aumentado de manera significativa. Sin duda, hoy día existe una mayor conciencia sobre las vocaciones. “De dos hombres que discernían bastante en serio su vocación hace un tiempo, ahora llegan entre veinte y cincuenta hombres que buscan seriamente discernir su vocación”.

El Padre Metzler dijo que el Obispo Olson desempeña “un papel increíblemente activo” desde las primeras etapas de discernimiento de los candidatos al sacerdocio. A menudo, asiste a los eventos de discernimiento, y se reúne con los candidatos y sus familias.

Este compromiso por parte suya persiste a través de toda la formación de los seminaristas. El Obispo visita, al menos una vez cada semestre, los tres seminarios que educan a los hombres de nuestra Diócesis. Él aprovecha cada visita para reunirse con los seminaristas, los sacerdotes y los profesores. “Cuando surge algún asunto que el Obispo necesita atender, él acude al Seminario tan pronto como sea posible, a más tardar el día siguiente”, explicó el Padre Metzler.

Luego de ser ordenados, el Obispo organiza reuniones trimestrales con los sacerdotes que han sido ordenados en menos de diez años para brindarles formación continua, la oportunidad de crecer como hermanos y un tiempo para escuchar cualquier pregunta o problema que puedan tener.

Según el Padre Metzler, “Bajo el liderazgo del Obispo Olson como nuestro pastor todos los sacerdotes sabemos que podemos ser auténticamente católicos, enseñar lo que la Iglesia católica enseña y defender lo que la Iglesia católica defiende. Nos sentimos confiados de que contamos cien por ciento con el respaldo del Obispo Olson, en caso de que surja alguna dificultad.

“No sólo nos sentimos seguros, sino también capacitados para vivir bien y fielmente nuestro sacerdocio”, añadió el Padre Metzler.

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Los diáconos permanentes

“Una de las primeras cosas que hizo el Obispo Olson al ser nombrado fue restablecer el programa de formación de diáconos”, recordó el Diácono Don Warner, Director diocesano de los diáconos. "Él cree que los diáconos son un activo muy valioso para la Diócesis".

La ordenación de la primera clase de diáconos permanentes después de que se reactivara su programa de formación se celebró en el 2020, luego de un lapso de once años. El Obispo Olson tuvo el privilegio de ordenar a veinticuatro diáconos permanentes. En el 2022 se ordenaron diez diáconos más. Se espera que en el 2024 y el 2025 se ordenarán al diaconado permanente más hombres que se encuentran actualmente en el programa de formación de cinco años.

Los diáconos permanentes tienen un papel muy importante en la vida de las parroquias y de toda la comunidad de la Diócesis.  

“El propósito de los diáconos no es ocupar el lugar de los sacerdotes, sino que su función es colaborar con la obra del Obispo”, explicó el Diácono Warner. Muchos diáconos ayudan con el ministerio a los pobres y sirven como capellanes en las prisiones y los hospitales.

 

La escuela primaria

El Obispo Olson “nos brinda el apoyo que necesitamos en la Diócesis para tener éxito con nuestra labor en las escuelas”, dijo Melissa Kasmeier, la Directora de Operaciones de las Escuelas Diocesanas. Está siempre dispuesto a apoyarnos ante los nuevos retos y necesidades; no importa si se trata de asignar un capellán a tiempo completo en Nolan Catholic High School o de acelerar la construcción de nuevas aulas en St. Martin de Porres Catholic School debido a su rápido crecimiento. “Todo esto se logra gracias al liderazgo del Obispo Olson”, afirmó Kasmeier.

Su dirección y guía como el pastor de la Diócesis fue fundamental en los primeros meses de la pandemia de COVID-19, momento en que la confusión y la incertidumbre se cernían sobre la decisión de tener clases presenciales cuando el nuevo año escolar comenzara en agosto del 2020.

“Él sabía lo importante que era estar presencialmente en la escuela y de hacerlo de manera tal que se siguieran las medidas de seguridad adecuadas. Creía que se debía hacer lo que era correcto por el bienestar de los niños, aunque no fuera siempre lo que todos los demás hacían. Por eso, mantuvimos las escuelas abiertas y la enseñanza en persona”, recordó Kasmeier. Ella señaló también que algunos padres trasladaron sus hijos de las escuelas públicas a las escuelas católicas para beneficiarse del aprendizaje presencial.

Kasmeier enfatiza que el Obispo Olson no sólo da apoyo a las escuelas desde un punto de vista administrativo, sino que además está presente e involucrado en las diecisiete escuelas católicas de la Diócesis. Su compromiso comprende desde esbozar la visión de la educación católica hasta caminar por los pasillos de nuestras escuelas ya sea para celebrar Misa, visitar las aulas e incluso asistir a algunos eventos deportivos o académicos.

Para hacer más accesible la educación católica a las familias con recursos económicos limitados, el Obispo Olson tomó una acción inusitada. Según Dani Ray Barton, Presidente Interino del campus de Fort Worth, el Obispo llamó personalmente a Cristo Rey Network, un sistema de escuelas secundarias que brindan educación católica preparatoria para la universidad a través de pasantías de trabajo y estudio.

Por lo general, la red de Cristo Rey inicia un estudio de viabilidad cuando considera abrir una escuela en una nueva ciudad, explicó Barton. “No obstante, en este caso el Obispo fue el que definitivamente jugó un papel decisivo para poner las cosas en marcha”.

El Obispo Olson dio un gran impulso a la incipiente escuela al ofrecer un campus que permitió que se comenzara en el 2018 con la primera clase de estudiantes de primer año de secundaria. “Eso realmente nos permitió centrarnos en las cosas más importantes como reclutar los estudiantes, encontrar socios para el programa de estudio y trabajo, y buscar otros patrocinadores de la comunidad”, recordó Barton.

Bajo la dirección del Obispo, la Diócesis continúa dando un gran apoyo a esta escuela mediante pasantías en algunas de las parroquias y escuelas católicas. Se ha asignado además un “capellán a tiempo parcial para la formación en la fe de nuestros estudiantes y del ministerio universitario. Nuestro objetivo es educar a hombres y mujeres en la fe, y que los estudiantes tengan un propósito en la vida y el afán de servir. Todo esto ha sido verdaderamente clave para lograr exitosamente las metas que se quieren”, agregó Barton.

 

Los sacramentos son primero

La presencia activa es una manera adecuada para describir el liderazgo del Obispo Olson. Es aún más evidente cuando se trata de los sacramentos y la liturgia.

En un año promedio, el Obispo viaja a docenas de parroquias para confirmar a más de dos mil adolescentes. Los confirmandos están distribuidos entre una gran diversidad de parroquias. Pues se incluyen desde parroquias urbanas muy grandes, que tienen a veces más de cien jóvenes a ser confirmados, hasta parroquias rurales pequeñas, que quedan a doscientas millas de distancia de Fort Worth, y que tienen sólo un puñado de candidatos a la Confirmación.

El Padre Thu Nguyen, el párroco de St. Paul the Apostle de Fort Worth y el Director Diocesano de Liturgia, ha trabajado con el Obispo en la planificación de las principales Misas diocesanas. El sacerdote describió al Obispo Olson con las palabras de “fiel, meticuloso, apasionado e inclusivo” mientras se hacen los preparativos para administrar cualquier Sacramento”.

Estas cualidades se hicieron particularmente evidentes durante las primeras semanas de la pandemia del coronavirus cuando la Misa se celebraba sin la presencia de una congregación. El Obispo Olson consultó con varios sacerdotes, expertos en salud y funcionarios cívicos para brindar acceso a los sacramentos, pero guardando también los protocolos de seguridad para proteger a todos los feligreses. La Diócesis de Fort Worth regresó a la celebración pública de la Misa tan pronto como fue posible.

El Obispo Olson como pastor de nuestra diócesis tiene siempre la sabiduría de actuar y tomar decisiones por el bienestar de los fieles.

Art Sanford, feligrés de la Parroquia de Our Mother of Mercy, que conoce al Obispo Olson desde su primera visita a la parroquia en el 2014, expresó que confía en que el Obispo tomará las mejores decisiones con el conocimiento disponible. Mencionó también que el Obispo siempre ha sido muy acogedor y abierto a escuchar las preguntas e inquietudes de los feligreses.

Sanford concluyó diciendo que “Lo único que podemos hacer es orar por el pastor de nuestra Diócesis para que Dios le conceda la fuerza para continuar su obra y seguir guiándonos”.