Por sus frutos los conocerán
Adrian Gómez, y su esposa Celia Gómez, toman apuntes mientras escuchan al Diácono Rigoberto Leyva, Director del Ministerio Hispano para la Diócesis de Fort Worth, en un taller de liturgia en español en la Parroquia de San Mateo de Arlington, el 16 de septiembre de 2022. (NTC/Ben Torres)
Al año de asumir la dirección del Ministerio Hispano de la Diócesis de Fort Worth, el Diácono Rigoberto Leyva mantiene el enfoque de “acercarse a la gente”, ya que su prioridad desde el inicio de su nuevo cargo fue el estar en constante contacto con las parroquias y los ministerios hispanos. Su empeño ha dado numerosos frutos.
El ímpetu de eventos diocesanos, como la Conferencia de Matrimonios, los Rosarios en comunidad, los retiros y, más recientemente, los Talleres de Liturgia que dan continuidad en la formación de la fe, dan testimonio, de que “la gente responde y está lista para participar”, comentó el Diácono Leyva. Señaló la gran cantidad de personas que asisten a los diversos eventos, lo que se traduce en un gran sentido de pertenencia y una creciente participación de la feligresía hispana. Esto a su vez, lleva a cada una de sus parroquias a un mayor conocimiento de la fe católica y da paso a comunidades vibrantes que están dando frutos en tres importantes áreas: el Matrimonio y la Vida Familiar, la Pastoral Juvenil y la formación en la Liturgia.
“El hispano es luchador y servidor”, aseveró el diácono y añadió que “se han logrado muchos proyectos y se están realizando varios apostolados que el Señor Obispo ha confiado a mi dirección. Hemos podido construir bastante, gracias a Dios”. Leyva está muy agradecido por el trabajo en equipo con su asistente Irma Jiménez, así como con su supervisor Jason Whitehead, el director del Departamento de Catequesis.
Las juntas directivas de los ministerios que Leyva tiene a su cargo recibieron el pasado 9 de septiembre un reconocimiento de manos del diácono y firmado por el propio Reverendísimo Obispo Michael F. Olson, que destaca “el servicio que prestan a la Iglesia, a sus parroquias y a toda la Diócesis. Ellos trabajan con diferentes grupos, que no son todos necesariamente hispanos. Muchos de ellos se involucran con la comunidad anglosajona; lo que resulta en una mezcla de culturas que fomenta lo que ya traemos dentro, que es el amor por servir a los demás,” explicó Leyva sobre los ministerios Kairos, Cursillo, la Pastoral Juvenil y los Talleres de Oración y Vida.
“En todo lo que le hemos pedido ayuda, nos ha ayudado”, asegura Irasema Beltrán, que forma parte del equipo de coordinación de Kairos, un apostolado diocesano integrado por setenta matrimonios y padres de familia, que además de ofrecer campamentos espirituales, resaltan el amor de Dios en la naturaleza, y sirven en sus propias parroquias como lectores, ministros de hospitalidad, ministros de Eucaristía y en otros ministerios.
Beltrán, feligrés de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Denton, valora que sean “escuchados”. Asevera que las clases de liturgia con el Padre Thu Nguyen, el Director de Liturgia y Culto de la Diócesis, “se dieron gracias a las charlas que tenemos con el Diácono Leyva, en las que nos pregunta siempre sobre nuestras necesidades. Le mencionamos que queríamos más formación e inmediatamente nos dijo que iba a traer a alguien que podía impartirnos una buena formación”, recordó Beltrán.
Así, además de otros ministerios y apostolados hispanos, comenzaron a participar de los talleres sobre la liturgia que el Padre Thu Nguyen dirige por toda la Diócesis, en los que enfatiza la importancia de la Misa y el Ritual; y les ayuda a tener un mejor entendimiento de los principales momentos de la Santa Misa.
“Es muy importante para el Señor Obispo educar a la gente litúrgicamente porque es donde está la riqueza de nuestra identidad como católicos”, dijo el Diácono Leyva. Debido a la exitosa participación en los talleres, Leyva tomó la iniciativa de llevar la valiosa formación a más feligreses hispanos.
“Nos llevan a comprender el significado de cada momento de la Misa y nos hace pertenecer de forma más profunda a Cristo y a nuestra Iglesia”, agregó.
La serie de seis charlas es una extensión del taller dirigido por el Padre Nguyen. En parroquias como las de San José y San Mateo de Arlington han asistido hasta 165 personas. “Otras parroquias lo han pedido también”, agregó el Diácono Leyva.
Martín Álvarez, feligrés de la Parroquia de San Juan Apóstol de North Richland Hills y miembro del comité de coordinación de Kairos, señala que gracias a “la apertura y acercamiento” del Diácono Leyva, se ha podido notar una mayor unidad a nivel diocesano. “En la comunidad hispana nos sentimos más apoyados e interesados en la Iglesia; nos sentimos integrados como Ministerio Hispano al resto de la Diócesis,” Álvarez dijo.
Más de 80 matrimonios hispanos participaron de la Conferencia de Matrimonios Diocesana, celebrada en el mes de junio en la Parroquia de San Miguel de Bedford. “Fue de mucho valor, sobre todo, porque hacía mucho tiempo que no se ofrecía nada parecido y nos damos cuenta de que somos parte del Cuerpo de Cristo,” Martín explicó. El evento fue muy exitoso y generó talleres mensuales adicionales. Como consecuencia, se pudieron dar charlas de enriquecimiento matrimonial en los meses de agosto, septiembre y octubre.
Reynaldo García, que ha sido miembro del Movimiento de Cursillo por 14 años, piensa que “el Diácono Rigoberto ha sido muy flexible, nos hemos sentido que está comprometido con nosotros y nos mantiene informados”, aseveró. “Nos tiene muy consentidos”.
Agregó que la satisfacción de recibir un reconocimiento le comunica un gran mensaje de aliento. Es como si se dijera, “sigue mejorando, que aquí nosotros te vamos a apoyar”, dijo, e indicó que es causa de “alegría que, como hispano, pueda decirle a otro hispano, ‘ven, te voy a mostrar otra manera de vivir,’ porque yo vengo de aquí y a mí me ha convertido”, apuntó sobre la misión del Movimiento de Cursillo presente en 24 de las parroquias de la Diócesis de Fort Worth.
María Martínez es también miembro del apostolado de Cursillo en la Parroquia de la Santa Cruz en The Colony y explica que su parroquia está ubicada en la parte norte más lejana de la Diócesis. “A veces nos sentíamos que no llegaba mucha información acerca de las actividades e ideas que hay dentro de la Diócesis, pero ahora tenemos más acceso y se nos hace más fácil ver todos los eventos que hay”. Prosiguió diciendo que es a través de las reuniones frecuentes con el Diácono Leyva y mediante sus correos electrónicos y/o llamadas que se enteran de cada actividad. “Así crecemos todos y nos hacemos más presentes”, aseguró.
Luis Miguel Urriaga, que es el Coordinador de la Pastoral Juvenil, describió el trabajo conjunto con el Diácono Leyva como una “bendición” que ha rendido abundantes frutos.
“El Diácono Leyva ha mostrado siempre una buena disposición para ayudarnos y ha creído en nosotros”, afirmó Urriaga. Resaltó “el humanismo, la simpleza, la humildad y la cercanía” del Diácono. “Él nos deja trabajar por sí solos, pero a su vez sabemos que contamos con su apoyo,” agregó. Enfatizó la buena comunicación que se ha logrado para desarrollar a nivel diocesano su labor y apostolado, la cual es supervisada por el Diácono Leyva. Urriaga es feligrés de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe de Fort Worth.
La Pastoral Juvenil comprende nueve grupos juveniles, siete que ya están funcionando completamente y dos que se acaban de formar.
Urriaga, 32, que es originario de Michoacán, México, indica que es palpable la inquietud y entusiasmo de la Pastoral Juvenil en la Diócesis. Mencionó como ejemplos los retiros juveniles diocesanos, celebrados en enero y abril del año en curso, a los que asistieron cerca de 150 jóvenes, el Rosario por la Paz en el Parque Bowman Spring en Arlington, el pasado mes de julio, en el que participaron cerca de 100 jóvenes, así como la Misa bilingüe en la Catedral de San Patricio el 8 de septiembre, Día de la Fiesta de la Natividad de la Virgen María.
“Una fe sin acción es nula”, indica el Diácono Leyva. Él tiene la esperanza de que se celebren más eventos similares en el futuro para que haya un buen “equilibrio entre el servicio y la espiritualidad”, dijo.
“Los jóvenes están muy activos y atentos. Ellos ven la necesidad y son el mejor testimonio que tenemos como Iglesia para saber qué está pasando afuera en el mundo. Ver alrededor de 100 jóvenes todos con su Rosario en mano fue maravilloso, y lo más hermoso fue el testimonio que se dio en público de lo que es ser un joven católico hoy,” concluyó diciendo el Diácono Leyva.
Por su parte, Deisy Martínez, 31, que ha sido parte de la Pastoral Juvenil desde el 2015, enfatizó la importancia de estar en comunicación e involucrarse con lo que hacen otros ministerios hispanos, como los Talleres de Oración y Vida o Kairos, que también ofrecen campamentos para jóvenes. Martínez le agradece al Diácono Leyva no sólo por apoyar a cada grupo, sino además por “mantenernos informados de los diferentes eventos para que así podamos participar.”
Los Talleres de Oración y Vida, que fueron aprobados por la Diócesis en el 2019, es uno de los ministerios diocesanos más recientes. San Miguel, Santísima Trinidad y San Pedro, son tres de las diez parroquias en las que este ministerio está presente. Se cuenta con 16 “guías”, como se les conoce a las personas líderes que dirigen cada taller, según Alejandra Matías, su directora.
“Desde que comenzó el ministerio con Joel Rodríguez, el director anterior del Ministerio Hispano, se sentía el apoyo. Gracias a Dios el apoyo ha continuado con el Diácono Leyva”, añadió. “Sentimos ese respaldo; este ministerio nos ha ayudado a que se nos abran las puertas de otras parroquias, y a compartir diáconos y párrocos para ofrecer los Talleres de Oración y Vida”. Matías se siente muy entusiasmada de continuar trabajando y llegar a más parroquias con los Talleres, los cuales no sólo promueven una sólida relación con Dios, sino también el servicio a la comunidad parroquial.
Inspirado por un año “lleno de bendiciones”, el Diácono Leyva, apunta que, entre los retos a superar, está el poderse conectar poco a poco con todas las parroquias, “hasta los confines de nuestra Diócesis para atenderles y educarles en la fe”, dijo. Indicó que, entre sus mayores anhelos para los próximos años, está contar con “un plan pastoral diocesano en español que incluya la formación en la fe, la liturgia y la teología”, y cuyo punto de partida sea “lo básico y la fe que ya tenemos”.