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North Texas Catholic
(22 de agosto de 2024) Noticias-Locales

Una voluntaria ayuda a organizar la comida en la despensa de alimentos de la Parroquia de All Saints en Fort Worth el 26 de junio. (NTC/Juan Guajardo)

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Los seguidores de Cristo están llamados a ser “el último de todos y el servidor de todos”, dijo el Obispo Michael Olson, citando a Marcos 9, 35. 

 En una carta a los fieles de la Diócesis, les recordó que “su participación en la Campaña Diocesana Anual empodera a los discípulos que atienden las necesidades de aquéllos que son vulnerables y débiles”.

No se puede desestimar el poder de la aportación de cada uno a la Iglesia.

“Tal vez pensemos que no nos encontramos con los más humildes y los más pequeños en nuestra vida diaria, o incluso en nuestros bancos el domingo, pero están allí”, agregó el Obispo Olson en su carta. “Desde la mujer con un embarazo en crisis, hasta la joven que lucha contra las presiones sociales y el católico alejado que cuestiona la Iglesia, los vulnerables y los débiles en la fe están entre nosotros”.

“Y la Iglesia, específicamente a través de ustedes y su participación en la Campaña Diocesana Anual”, afirmó, “apoya a los más pequeños en el Reino de los Cielos”.

Gracias a la generosidad de muchos fieles, la Campaña Diocesana Anual de 2024 logró recaudar el año pasado más de $3.7 millones, que fueron destinados a apoyar a los más necesitados. Durante este verano los fondos de administración se utilizaron para asistir a las parroquias, diversas iniciativas vocacionales, varios de los ministerios y las escuelas de la Diócesis.

 

UN CLERO MERECEDOR

El seminarista Jesús Segura, que recientemente recibió el Rito de Candidatura, aprendió de sus padres cuando era niño acerca del costo y las recompensas que se derivan del liderazgo de servicio y el sacrificio.

“Mis padres me ayudaron mucho y me inculcaron en mi persona un espíritu de liderazgo de servicio y, poquito a poquito, empecé a entender qué significaba el sacrificio, cómo ayudar a los demás y olvidarme de sí mismo para ayudarlos”, recordó el seminarista.

Usar los dones de Dios y usarlos “para los demás, para el bien común, para el sacrificio, porque se ama y amamos para el bien de todos”. De esto se trata el liderazgo de servicio y poner la corresponsabilidad en acción, dijo Segura. Quien puede hacer esto “no toma en cuenta el costo”.

El seminarista Jesús Segura se encuentra junto a sus compañeros seminaristas después de que fueron admitidos como candidatos durante la Misa del 4 de agosto en la Iglesia de St. Mark en Argyle. Su admisión como candidatos marca el ingreso de los seminaristas a la etapa final de formación. (NTC/Juan Guajardo)

Un excelente ejemplo de liderazgo de servicio es Monseñor Joseph Scantlin, que dedicó su vida a servir a la Diócesis como sacerdote por 60 años. El sacerdote jubilado, que vive en una casa que pertenece a la cercana Parroquia de Most Blessed Sacrament de Arlington, compartió este verano su sabiduría y la historia personal de su vocación con 13 seminaristas. 

Al final de una de las visitas, mientras los seminaristas posaban alrededor de él para sacarse una foto, Monseñor Scantlin comentó alegremente: “Es bueno saber que, a los casi 93 años, no todos se han olvidado de quién eres”.

La formación de diáconos, la educación de seminaristas y el cuidado de sacerdotes jubilados recibieron una asignación de $375,000 del fondo de la Campaña Diocesana Anual 2024-25.

 

AGRADECIDOS E INSPIRADOS

Al comenzar su formación para el diaconado permanente, el Diácono Ricardo de León de la Parroquia de All Saints de Fort Worth adquirió una comprensión más amplia del alcance de la Campaña Diocesana Anual. 

“Sé que es algo que se necesita no sólo en Fort Worth, sino también en todas las parroquias de la Diócesis”, señaló el diácono. “Y sé que la campaña me otorgó asistencia económica durante mi formación. Si no fuera por eso, yo no hubiera podido completar mi formación”.

El diácono ve cómo más de trescientas familias que visitan la despensa de alimentos de su parroquia, que está disponible cada 15 días para los necesitados, se están beneficiando también de la campaña. 

Una voluntaria ayuda a organizar la comida en la despensa de alimentos de la Parroquia de All Saints en Fort Worth el 26 de junio. (NTC/Juan Guajardo)

“Se nota la necesidad que hay porque empezamos la fila de recogida y repartimos los alimentos; y, en una hora y media, se nos acaban; y todavía tenemos en línea gente esperando para recibir los alimentos”, explicó Fernando Raga, un voluntario de la despensa de alimentos de la parroquia. “Ahí es donde se nos quiebra el corazón, al decirles que, ‘Para la otra, para la otra’”.

La subvención de la Campaña Diocesana Anual de este año de $35,000 permitirá que la despensa de alimentos y sus voluntarios continúen y logren “ver caras contentas” el próximo año.

“Hemos sido muy bendecidos en recibir; seamos también un poquito agradecidos para dar, para que esto siga creciendo y podamos dar más a la comunidad”, Raga dijo.
La gran necesidad que existe en la parroquia ha vuelto a poner de relieve la esencia de la Campaña para el que lleva sirviendo cuatro años como diácono. 

“Todo esto parte de la misión de la Iglesia, pero no se puede hacer sin poder mantener las parroquias, sin poder tener sacerdotes ni diáconos”, dijo el diácono. “Todo esto se necesita para poder seguir realizando esta misión que Dios nos dio”.

 

TODOS JUNTOS

La Parroquia de Sacred Heart de Seymour es una parroquia rural que tiene aproximadamente ciento sesenta feligreses y familias devotas. Toda la comunidad se unió y logró sobrepasar con gran esfuerzo su meta de donaciones parroquiales del 2024.

“Recibimos una buena cantidad de personas que donaron; así que estamos bendecidos por eso”, dijo Belinda Bench, secretaria y contable de la parroquia. “Aquí sólo tenemos una cierta cantidad de feligreses; son agricultores y gente trabajadora, que son muy buenos”.

El seminarista Luke Vina juega con los asistentes a la Escuela Bíblica de Vacaciones después de una actividad de aprendizaje el 6 de julio de 2023 en la parroquia Sacred Heart en Seymour. (NTC/Juan Guajardo)

“Trabajamos duro para tratar de cumplir la meta de la Campaña”, comentó. Añadió que la congregación de su parroquia trata de “ayudar a otras iglesias que también están luchando”.

Sacred Heart recibirá, junto con su parroquia hermana, St. Mary the Assumption de Megargel, un total de $25,000 en subvenciones de la Campaña Diocesana Anual del 2024, que se utilizarán para el pago de la nómina del personal y la formación de fe de los jóvenes.

“En St. Mary todos son voluntarios, excepto el Padre Jujuvarapu Bose, el párroco de ambas iglesias. En Sacred Heart, tenemos tres empleados ocasionales a tiempo parcial”, añadió Bench. El equipo está formado por Bench, un custudio y una nueva coordinadora de ambiente seguro.

 

PODER DE LOS MINISTERIOS

Los frutos de la Campaña Diocesana Anual también llegan a los fieles de Tarleton State University, en donde los estudiantes universitarios reciben una calurosa bienvenida y formación en la fe.

“Pasamos de no tener ni tan siquiera un edificio, un ministro u otros recursos cuando yo era estudiante hace 10 años a ir añadiendo, poco a poco, estudios de Biblia para hombres y mujeres, reuniones de grupos pequeños, rosarios y más programas de esa naturaleza”, dijo el ministro del campus, Nathan Mena.

El Ministerio del Campus Católico de Tarleton, que está ubicado en la Parroquia de St. Brendan de Stephenville, ofrece misa diaria, una biblioteca católica y una comunidad para animar los estudiantes a participar en los debates teológicos y expresión espiritual.

Mercedez Concepción, estudiante de la Universidad Estatal de Tarleton, reacciona a un cuento de la hermana Felicity, de las Hermanas Dominicas de María, Madre de la Eucaristía, durante el Retiro del Ministerio del Campus en el Centro Religioso y de Retiros de Holy Family en Fort Worth el 7 de octubre de 2023. (NTC/Juan Guajardo)

“Una vez que los estudiantes se gradúan, pueden tomar lo sus conocimientos y lo que han aprendido acerca de la fe y la camaradería aquí, y aplicarlo a cualquier parroquia, ministerio o etapa de la vida a la que pasen”, aseveró Mena, al describir sus esperanzas para los destinatarios del ministerio.

“Espero que no sólo busquen recibir algo allí en su futura parroquia, sino que se ofrezcan como voluntarios y den un paso adelante por la Iglesia y por el mundo”, dijo el ministro del campus, que lleva sirviendo este ministerio cuatro años.

La subvención de la Campaña otorgó los fondos para el salario y los beneficios del ministro del campus para el próximo año.

“Creo que comenzaría con un mensaje de gratitud y de acción de gracias”, dijo Mena, dirigiéndose a los donantes de la Campaña.

“Ellos han ayudado a sostener mi trabajo durante los últimos años, pero todo se trata de los estudiantes”, continuó. “Se trata de ayudarlos a encontrar su fe y a encontrarse con Cristo y a desarrollar la comunión entre ellos en esa comunidad. No se trata de mí — siempre se trata de Cristo”.

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