Apasionado por la fe
ÉL ES: Fray José Feliciano Torres-Castro, OFM Cap., párroco de la Parroquia de Our Lady of Guadalupe de Fort Worth.
LLAMADO A UNA VIDA LLENA DE BELLEZA: Fray Torres-Castro conoció la Orden de los Capuchinos a través de su tía, con quien es muy cercano y que tenía aproximadamente la misma edad cuando decidió su vocación. Ella ingresó a un monasterio capuchino cuando tenía 15 años.
“Cuando yo llegué allí y vi que vivían una vida bonita, me dije a sí mismo, ‘Yo quiero vivir también una vida bonita’. O sea, una vida donde uno sea feliz, donde haya respeto y donde haya amor. Me encantó eso”, aseveró el fraile de 50 años.
Fray Torres-Castro profesó sus votos temporales en la fraternidad en agosto del 1997; y su solemne profesión perpetua de pobreza, castidad y obediencia en septiembre del 2000.
ORDENADO: 4 de febrero del 2006 en la Parroquia de Nuestra Señora de la Natividad de Oaxaca, México.
SER CAPUCHINO: "Vivir una vida de fraternidad es vivir como hombres de oración y servicio; de entrega a la comunidad y de ser siempre solidarios con los pobres".
VIDA EQUILIBRADA: “La vida lo es todo, pero uno tiene que saber encontrar el equilibrio porque si no, al final, uno se autodestruye. Es decir, si uno come de más, uno se enferma. Si uno reza de más, uno se enferma. Si uno trabaja de más, uno se enferma. Así que, encontrar el equilibrio es clave”.
CUATRO FUNDAMENTOS: Fray Torres-Castro aprendió mientras crecía cuatro principios fundamentales para lograr un equilibrio saludable en la vida.
Primero, la responsabilidad: “Eso es bien importante y eso te lo enseñan en casa”.
Segundo, la alegría: “Siempre hay que estar alegre”.
Tercero, la gratitud: “Lo que somos es gracias, primero a Dios, a nuestras familias, y luego a los demás”.
Cuarto, la pasión: “Lo que yo hago, lo hago siempre con pasión”.
FILOSOFÍA PERSONAL: “Yo creo siempre que va a haber tiempos mejores”. El sacerdote cree que esto es posible mediante la guía de Dios, la fe personal y la confianza en la comunidad y la fraternidad. “Solos no lo podemos hacer”.
SACRAMENTO FAVORITO: “La Eucaristía”, afirmó el fraile. “La Palabra de Dios es alimento. Es lo mismo para el que sabe comer, pues sabe también alimentarse espiritualmente. Primero, tenemos que alimentarnos con la palabra de Dios y, por supuesto, con el Cuerpo y la Sangre del Señor. Eso es lo que nos da fortaleza y nos da ánimo para seguir viviendo”.
LENGUAJE UNIVERSAL: Nacido y criado en el estado de Chihuahua, en el norte de México, Fray Torres-Castro trabaja para mejorar su inglés. A veces es difícil dejar atrás la frustración, pero se sigue confiando en la creencia de que, al final, “el idioma universal es el amor, el respeto y la fraternidad”.
PASATIEMPOS: Comer, escuchar música y trabajar en proyectos de arte.
“Unos huevitos con frijoles, una tortilla, una quesadilla, una hamburguesa; y, al final, yo puedo rendir. O sea, me dan fuerza física, psicológica y espiritual. A mí me encanta comer, pero lo que más me gusta es invitar a otros a comer conmigo”.
ASIGNADO COMO PASTOR: Fray Torres-Castro ha servido en la parroquia por unos ocho años en la Parroquia de Our Lady of Guadalupe.
Para los mexicanos católicos, señaló Fray Torres-Castro, hay símbolos y tradiciones de la fe que son muy apreciados: el agua bendita, el Cristo, el rosario, las novenas, el rezo por la intercesión de los santos y también las peregrinaciones. El fraile trata de incorporar estas
METAS PARA EL FUTURO: Una de las metas de Fray Torres-Castro para su parroquia es ayudarlos en su evangelización por la colaboración dentro y fuera de la comunidad presente en la parroquia.
“Cuando entendamos que nos podemos complementar; que ellos nos complementan y nosotros a ellos, entonces podremos hacer una Iglesia hermosa”.