Necesitamos menos medios y más comunicación, oración y tiempo en familia

Noticias de OSV
(25 de septiembre de 2024) Fe-Y-Catequesis

(Cathopic/Carolina Caicedo Fotografia)

Hace poco estaba cenando con unos amigos guatemaltecos con los cuales estamos compartiendo un ministerio de servicio a los pobres a través de Catholic Relief Services cuando surgió en nuestra conversación el tema de la educación de nuestros hijos. Mi amiga me recordó que ella me conoció hace más de 20 años, cuando yo trabajaba en la oficina de la Vida y la Familia de la Diócesis de Providence, ofreciendo talleres para padres de familias sobre la disciplina y crianza de los hijos con valores cristianos.

Me dio mucha alegría escuchar que esa charla que facilité hace más de 20 años, tuvo un impacto bastante positivo en su familia ayudando a que ella pueda  usar una disciplina basada en las consecuencias y no en los castigos, mejorando la comunicación con su hijo y en sus palabras "este fue un momento transformador para ella y su familia".

Este mes estamos de regreso a la escuela, ya el verano pasó y ahora entramos en la rutina de tareas, actividades después de la escuela, reuniones y es un desafío poder hacer un tiempo para poder compartir y tener conversaciones con nuestros hijos. Quisiera compartir algunas sugerencias para ayudarnos a mejorar la comunicación en el hogar.

 

— Desarrollar un hábito de conversación y encontrar momentos para compartir con nuestros hijos.

Es muy difícil conversar con nuestros hijos cuando hay mucho ruido y distracciones. Aunque a mí me gusta a veces escuchar las noticias en el carro, cuando estoy llevando a mi hija a la escuela apago la radio, el teléfono y trato de hacerle preguntas que puedan llevar a un diálogo como por ejemplo ¿Cuéntame algo que aprendiste en la escuela? ¿Cómo se llaman tus profesores? ¿Cuál es tu materia favorita? Etc.

Cuando ya estamos a mitad de camino hacemos una oración. Primero pedimos por nuestras necesidades, por nuestros enfermos, por alguna intención que tenemos en nuestro corazón y después hacemos un padre nuestro, tres ave maría y un gloria persignándonos para terminar nuestra oración.

En Amoris Laeticia, el Papa Francisco dice: "Aunque los padres necesitan de la escuela para asegurar una instrucción básica de sus hijos, nunca pueden delegar completamente su formación moral. El desarrollo afectivo y ético de una persona requiere de una experiencia fundamental: creer que los propios padres son dignos de confianza".

 

— Escuchar como nuestro Señor Jesús escuchaba.

Me gusta mucho el pasaje de los discípulos camino a Emaús que está en el Evangelio de San Lucas 24,13-35,  donde Jesús cuando caminaba con los discípulos los escuchaba atentamente y dejaba que ellos cuenten sus frustraciones y por ahí les tiraba una pregunta y luego los seguía escuchando.

Como padres eso es algo que nos cuesta hacer, escuchar atenta y activamente. A veces queremos solucionar todos los problemas a nuestros hijos y los interrumpimos o no dejamos que ellos nos cuenten sus cosas, o nos enojamos, los regañamos y entonces ellos en vez de contarnos sus cosas más bien nos evitan y cada vez hablan menos.

Escuchemos de una manera calmada y positiva tal vez haciendo algunas preguntas y ayudándoles a nuestros hijos, guiando las conversaciones de manera que ellos mismos encuentren las soluciones.

 

— Menos medios de comunicación y más oración

Los medios de comunicación están absorbiendo tanto nuestra vida que están eliminando las conversaciones en nuestro hogar. Recuerdo cuando hace más de una década, con mi esposa decidimos cortar el cable de la televisión para minimizar la exposición de nuestros hijos a tanta violencia e influencias que los medios presentaban. Fue una excelente decisión que llevó a que mis hijos llenen ese tiempo aprendiendo arte, música y practicando deportes. Pero hoy en día con el surgimiento de las tabletas y los teléfonos inteligentes el peligro está cada vez mayor y dentro de los dormitorios.

En nuestro hogar decidimos no darles teléfonos a nuestros hijos hasta que tengan 15 años y todavía no le hemos dado permiso a mi hija más pequeña a tener una página de medios sociales y mi esposa tiene el control y acceso absoluto a su teléfono.

Buscamos constantemente maneras de limitar su uso y hacer tiempo para tener conversaciones y reuniones periódicas de familia para discutir y planificar juntos actividades familiares. También cada dos domingos nos reunimos con los abuelos y los hermanos de mi esposa y en ese tiempo es un tiempo de conversaciones y juegos sin televisión o teléfonos. Estos son hábitos de familia y tradiciones que hemos ido desarrollando y que nos ayudan a pasar lindos y divertidos momentos, tener conversaciones familiares y saber lo que está pasando en cada una de nuestras vidas.

 

— También el tiempo de los almuerzos o las cenas pueden ser momentos para tener conversaciones positivas

Cuando comemos como familia frecuentemente vamos alrededor de la mesa y pedimos que cada uno cuente, algo por lo que está agradecido o algo bueno que pasó en su vida.

Eso nos ayuda a pensar en las bendiciones que Dios nos da y también poder compartir las cosas que estamos haciendo y saber si hay algo que nos preocupa.

 

— La oración en la familia

Finalmente, no nos olvidemos la frase que popularizó el padre Patrick Peyton, C.S.C. quien ya está camino a la santidad. Él decía "la familia que reza unida permanece unida". ¡Cuán importante es encontrar momentos para la oración!

Hace unas semanas tuvimos la bendición de recibir la visita de mi hija, Juan María of the Holy Spirit, quien acababa de hacer sus votos de vida religiosa. Ella es una hermana franciscana de la renovación. Encontramos un lugar muy bonito en Maine, cerca de un lago y pasamos cuatro días inolvidables.

Recuerdo que cada mañana con mi hija visitamos una iglesia diferente ya que ella como práctica de su vida religiosa, pasa una hora en el santísimo y hace la liturgia de las horas antes de comenzar su día.  Fue una experiencia muy especial para mí, acompañarle y compartir con ella esos momentos de oración. Después ya junto con el resto de la familia siempre hacíamos una oración antes de compartir los alimentos.

También durante nuestras vacaciones tuvimos una noche de película y escogimos ver la vida de Madre Cabrini, la primera santa americana, película que a propósito es de una gran inspiración.

El Papa Francisco dice: "La familia debe ser siempre el lugar donde alguien, que logra algo bueno en la vida, sabe que allí lo van a celebrar con él", (Amoris Laeticia 110.)

En conclusión hoy en día en la sociedad, hay muchas más tentaciones que nuestros hijos enfrentan a través de los medios de comunicación y la presión de los amigos en la escuela.

Necesitamos como padres, poder tener mayor influencia sobre ellos y solamente podremos conseguirlo en la manera en que podamos desarrollar una buena comunicación y que ellos puedan también respetarnos y no temernos.

Para eso, necesitamos desarrollar hábitos de comunicación positiva, oración diaria, limitar el uso de los medios sociales; y llenar ese tiempo con actividades constructivas y productivas que alimenten y edifiquen su cuerpo, mente y alma. 

¡Que Dios les bendiga!

 Silvio Cuéllar es un escritor de Noticias de OSV. 

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