Cómo orar
Como director vocacional, mi principal petición a las personas en las bancas de la iglesia es rezar por mas vocaciones. Esto no solo se debe a que pedirle al Maestro de la Cosecha por más obreros es lo que Jesus nos instruyó hacer, sino también es porque nuestra vida espiritual como creyentes se alimenta de nuestra vida en oración. Sin una oración consistente, tenemos poca a ninguna vida espiritual.
He notado que muchos quieren rezar, pero se encuentran ocupados o incluso no saben realmente como hacerlo.
A continuación, se encuentran instrucciones simples que le he dado a mis estudiantes en la escuela Nolan Catholic High School, basadas en lo que he aprendido de diferentes sacerdotes dentro y fuera del seminario.
Primera y única regla:
Llegar y pasar tiempo: ya sea en la capilla o en un espacio reservado para la oración en tu casa.
¿Cómo orar?
Petición – ejemplos: Señor, te ofrezco este tiempo de oración por Cynthia. Jesus, por favor cuida a la familia de Mark. Señor, por favor ayúdame a pasar esta semana. Señor, por favor calma mi ansiedad sobre mis exámenes, mis padres, mis hijos, mis miedos del futuro. Señor, por favor mándanos más buenos y santos sacerdotes para nuestra diócesis.
Diálogo – ejemplos: Señor ¿qué estoy haciendo aquí? Señor, no sé cómo rezar. Señor, esto es extraño. Señor, ayúdame a rezar. ¿Quién eres? Jesus, estoy muy nervioso y ansioso por mi trabajo y escuela, por favor ayúdame.
Escucha
Opción 1: Toma una Biblia y lee una sección pequeña. Léela de nuevo. Cualquier línea que resalte para ti, aunque sea ligeramente, léela una y otra vez y reflexiona sobre ella en tu mente. Permite que tu alma la escuche. No intentes discutirla, solo escucha y permite que Dios (a veces de forma imperceptible) se mueva en tu corazón. Si no sientes nada, percibes nada, ni escuchas nada, está bien. Dedica 10 – 15 minutos para este ejercicio.
Opción 2: Literalmente escucha el silencio del espacio. Permítete simplemente tomar conciencia del espacio que te rodea e intenta enfocar tu atención a la presencia de Jesus. Aquí no hay objetivo ni horario. Simplemente estas tomando más conciencia de la presencia del Señor y enfocando tu atención en El.
Descanso
Opción 1 – la oración de Jesus: Calma tu mente con algunas respiraciones profundas. Repite el nombre de Jesus lentamente y con cada respiración. Esto enfoca tu atención a Jesus, ayuda a despejar tu mente del estrés, y te permite depositar tu confianza en El. Algunas veces los monjes antiguos hacían esto por una hora completa. Tú tienes la libertar de hacerlo también.
Opción 2: Preséntate al espacio de oración y si te quedas dormido ¡no te preocupes! Si tu estas muy cansado, si estas luchando por mantenerte despierto en el tiempo de oración, si el café no ha funcionado, simplemente permítete dormir. Aún así, te presentaste para estar con el Señor y El aún puede obrar en tu alma.
“Debería estar angustiada por quedarme dormida durante mis oraciones y durante mi acción de gracias después de la Sagrada Comunión, pero no me siento angustiada en lo absoluto. Se que lo hijos son igual de queridos por sus padres, ya sea que estén dormidos o despiertos; y sé que los médicos hacen que sus pacientes se duerman antes de operar. Así que simplemente pienso que Dios conoce nuestra condición humana. El recuerda que somo polvo.” St. Therese of Lisieux.