La fe les lleva a superar las crisis

North Texas Catholic
(6 de marzo de 2023) Noticias-Locales

Una fotografía muestra un mural del artista urbano italiano TVBoy en una pared de la Casa de la Cultura en la ciudad de Irpin, Ucrania, el 1 de febrero de 2023, durante la invasión rusa de Ucrania. (AFP vía Getty Images/Dimitar Dilkoff)

La Parroquia greco-católica ucraniana de St. Sophia en The Colony está a miles de millas del frente de batalla de los ombates en Ucrania, pero los corazones de sus fieles están cerca del país devastado por la guerra.

El Padre Pavlo Popov atiende con amorosa dedicación al rebaño de su parroquia, a la que pertenece una amplia gama de católicos. Su feligresía comprende refugiados recién llegados de Ucrania. Algunos de ellos viven con familiares; otros no tienen vínculos con este área. Entre los feligreses se encuentran inmigrantes que llegaron a Texas hace décadas, pero que se preocupan por familiares que están todavía en el país de Europa oriental. En la parroquia hay también texanos que están muy orgullosos de su ascendencia ucraniana. En esta comunidad parroquial pertenecen además otros muchos fieles, cuyo único vínculo es la afinidad por el país de Ucrania o el Rito Católico Oriental.

Desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022, más personas acuden a Misa y llenan la iglesia. El Padre Popov indica que “La gente está de vuelta en la iglesia porque siente la necesidad de orar. Sienten tanto dolor; y se sienten tan heridos que vienen a la iglesia en busca de sanación”.

La ansiedad por la incertidumbre de cuánto durará la guerra y la preocupación por la seguridad de sus seres queridos y familia angustian a muchos feligreses.

Padre Popov ejerce el ministerio con su congregación mirando hacia el pasado, mirando hacia afuera y mirando hacia arriba.

Liz Moroz Harper, presidenta de la Sociedad Ucraniana Americana de Texas, posa en la Iglesia Greco-Católica Ucraniana de Santa Sofía en The Colony el 12 de febrero de 2023. (NTC/Kevin Bartram)

El pasado ofrece garantías de que el pueblo ucraniano perdurará. “Estamos pasando por momentos difíciles, pero no es el primero. No es nada nuevo para Ucrania, para la historia de Ucrania, ni para los ucranianos”, señaló el párroco.

Habiendo vivido una gran hambruna, sufrido genocidio, pasado por dos guerras mundiales y el comunismo, el pueblo ucraniano no es ajeno a las dificultades. El sacerdote agregó: “Como pueblo estamos familiarizados con la persecución, el sufrimiento y los desafíos”.

Liz Moroz Harper, feligrés de la Parroquia de St. Sophia y presidenta de la Sociedad Estadounidense Ucraniana de Texas, está de acuerdo de que los ucranianos son tenaces y resistentes.

“Somos un pueblo orgulloso que ama la libertad. No nos rendiremos. Espero que la guerra termine pronto, pero Ucrania no se someterá”, dijo Harper, cuyos abuelos maternales y paternales emigraron a Estados Unidos desde Ucrania.

Muchas personas de la comunidad, incluido el Padre Popov y Harper, buscan constantemente oportunidades para ayudar, pese a las limitaciones de vivir tan lejos de Ucrania. Trabajan juntos a veces. Por ejemplo, la Sociedad Estadounidense Ucraniana de Texas creó un árbol de ángeles para proporcionar regalos de Navidad a unas 15 familias de refugiados que pertenecen a la Parroquia de St. Sophia.

Algunos feligreses de St. Sophia patrocinan a refugiados y los ayudan a adaptarse a su nueva comunidad para facilitarles acceso al transporte, superar las barreras del idioma y atender otras necesidades básicas.

Padre Popov quedó impresionado con la generosidad de la comunidad, incluso de aquéllos que no tienen una conexión personal con Ucrania. La parroquia ha recaudado fondos para ayuda humanitaria en Ucrania. Fieles de la Parroquia de Holy Cross en The Colony han donado alimentos y artículos para el hogar a los refugiados que se encuentran en la comunidad local.

El enfoque de la Sociedad Estadounidense Ucraniana de Texas fue la preservación y celebración del patrimonio y la cultura ucraniana cuando se formó hace 40 años.
Harper indicó que el propósito de la organización sin fines de lucro incluye en estos momentos la recaudación de fondos, la educación, el mantenimiento de la conciencia sobre la guerra y el mantenimiento de un sitio web (uast.org), que incluye las organizaciones aprobadas que brindan asistencia humanitaria y de defensa para esta causa.

 

Perspectiva Eterna

A pesar de la injusticia de una guerra que no fue provocada y la pérdida de vidas inocentes, el Padre Popov transmite un mensaje de esperanza a su congregación.
Hace referencia a los Apóstoles, santos y mártires en sus homilías, pues ellos experimentaron grandes dificultades en su vida que les ayudaron a crecer en su santidad personal y expandir la Iglesia.

Dios obra en situaciones terribles, apuntó el Padre Popov, y Su amoroso cuidado se puede observar mediante el apoyo de la comunidad internacional, en las historias de supervivencia poco probable en el campo de batalla y por las señales de que Rusia se está debilitando.

“Concéntrense en Cristo, concéntrense en Dios y simplemente recuerden que los desafíos y sufrimientos de la vida nos moldean para mejorarnos y fortalecernos”, añadió. “Mantengan su mirada en la eternidad”.

En última instancia, los cristianos deben buscar esperanza en la cruz, donde podemos ver el dolor de la crucifixión de Jesús seguido del gozo de Su resurrección.
Padre Popov aseveró con firmeza: “No hay victoria sin haber lucha. Así que es inevitable. No nos agrada. No lo queremos. No lo deseamos. Y una vez más, la voluntad de Dios prevalece. Y esperamos que, al pasar por todo esto, Dios tenga Su propio plan. Lo sabremos a su debido tiempo. Algo bueno ocurrirá como resultado de esta situación trágica y triste. De esto, no tengo duda”.

 

De las cenizas

Los incendios forestales arrasaron los pastos secos y la densa maleza del condado de Eastland el 17 de marzo de 2022 y destruyeron más de 54, 000 acres, incluida la mayor parte de la ciudad de Carbon. Ochenta y seis casas quedaron arrasadas, incluidas las de siete familias pertenecientes a la Parroquia de St. Francis Xavier en Eastland.

Marzo de 2022: El padre Vijaya Mareedu, SAC, inspecciona los restos quemados de la residencia Guillén. Los Guillens estaban entre siete familias en St. Parroquia Francis Xavier en Eastland que perdió sus casas, vehículos y pertenencias en los incendios forestales que arrasaron el condado de Eastland el año pasado.

Los vientos fuertes de más de 35 mph hicieron que el fuego se expandiera tan rápido que las personas apenas tuvieron tiempo de agarrar sus llaves o su cartera para salir corriendo, dejando atrás medicamentos, documentos, animales y tesoros familiares. 

Los jóvenes Ernesto y Jesús Perales sufrieron serias quemaduras mientras escapaban de los incendios.

A la mañana siguiente, el Padre Vijaya Mareedu, SAC, que era el párroco de St. Francis Xavier, acompañó algunos de los sobrevivientes que regresaron a sus casas para ver los daños ocurridos. Monseñor Obispo Michael Olson celebró unos días después, el 20 de marzo, una Misa en la Parroquia de St. Francis Xavier y luego se quedó a orar un rato con las siete familias y los hermanos Perales.

A pesar de que sus casas y posesiones quedaron reducidas a cenizas, las familias estaban resueltas a que comenzarían de nuevo y reconstruirían sus hogares en Carbon.
La parroquia proporcionó almuerzo para las familias damnificadas después de cada Misa dominical durante las semanas que siguieron a los incendios. El Padre Mareedu explicó: “No es sólo por la comida, sino también por reunirnos juntos como comunidad. Hay mucho dolor y tristeza, que puede que ellos no compartan, pero que se ha acumulado dentro de ellos”.

Evelyn Guillén, que estaba trabajando en Ranger College cuando el fuego destruyó la casa que compartía con sus padres y hermanos, afirma que los almuerzos dominicales eran más que simplemente una comida. Al reunirse cada semana recordaba las palabras: “Dios dice: ‘No, no estás solo. Me tienes a mí y también tienes a todas estas personas'”.

Guillén expresó que también experimentó el amor y el apoyo de la comunidad en general. Se recibieron muchas donaciones para llenar necesidades básicas y prestar asistencia económica a las familias afectadas que sumaron unos $230,984, provistas por la Diócesis y numerosos donantes. Los fondos se distribuyeron entre las siete familias que perdieron sus hogares y otro feligrés que perdió las estructuras periféricas de su rancho que utilizaba para el ganado.

Padre Mareedu recuerda con gratitud la presencia y el apoyo del Obispo Olson y la generosidad de los donantes de la Diócesis, los Caballeros de Colón y Caridades Católicas de Fort Worth.

 

Puestos a prueba juntos

Antes del desastre, las familias se conocían, pero ahora “el vínculo entre todos es mucho más fuerte”, aseveró Guillén.

Febrero 2023: Evelyn Guillen, su esposo, Juan, y su madre, María Antonia Anaya (izquierda), perdieron su hogar en los incendios del complejo Eastland el año pasado. Desde entonces, las Guillens han reconstruido y están dando los últimos toques a su casa móvil.

No sólo compartieron una catástrofe común el año pasado, sino que todos los domingos las familias aún se reúnen para ayudarse mutuamente a reparar y renovar las casas rodantes usadas que compraron y que colocaron en sus propiedades. Dos familias están construyendo estructuras más permanentes con ayuda de la comunidad.
El trabajo práctico de reconstruir sus vidas y sus hogares mantiene ocupadas a las familias. Sin embargo, Guillén compartió que siente que el desastre cambió su vida. Ella agradece profundamente a Dios que su familia está bien y segura; y tiene un mayor aprecio por todo hoy día porque siente que todo lo que tiene es un regalo de Dios.

Padre Mareedu ha pasado mucho tiempo con las familias durante este último año y bendijo recientemente a cada familia en sus nuevos hogares.

El sacerdote dijo: “Veo la mano de Dios muy presente en la comunidad, pues esta difícil situación los unió más a todos. Este dolor les ha ayudado a construir juntos una mayor fuerza como comunidad. Dios nos está mostrando una manera de permanecer juntos, trabajar juntos y estar comprometidos los unos con los otros por amor”.

Ucrania, Rusia invadió Ucrania, incendios, Eastland, un año de agitación e incertidumbre, trending-spanish