La Teología del Cuerpo
FORT WORTH- La Oficina de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Fort Worth celebró el 19 y 20 de agosto un taller sobre la Teología del Cuerpo en el Centro Diocesano de Formación, al que asistieron unos cincuenta jóvenes.
“La Teología del Cuerpo” es un término que se utiliza para referirse principalmente a la catequesis sobre el amor, la sexualidad humana y el matrimonio desde el punto de vista de la antropología y la teología católica.
El cristianismo ha contado desde sus inicios con fuentes doctrinales que exponen e incluso fundamentan su concepto del amor humano y la sexualidad en el plan de Dios. Podemos mencionar al respecto la vocación unitiva y procreadora del hombre narrada en el libro de Génesis y exaltada en el libro del Cantar de los Cantares, que describe en abundancia la belleza del amor propio de los enamorados. Se añaden las escenas evangélicas de Jesús, que se hace presente en las bodas e incluso realiza su primer milagro en una de ellas. Vemos en los Evangelios a un Jesús que declara categóricamente la indisolubilidad del matrimonio. Se culmina en el Nuevo Testamento con al apóstol Pablo, que evoca a Cristo como modelo pleno de amor conyugal.
Tras casi dos milenios de cristianismo aparece en escena la Teología del Cuerpo; y esto es obra de un papa polaco, San Juan Pablo II. Sin embargo, aunque este tema se agrega al escenario doctrinal en el 1979, la preocupación pastoral por instruir a los cristianos, especialmente a los jóvenes, acerca del amor y la sexualidad era algo que el Papa San Juan Pablo II tuvo a lo largo de toda su vida ministerial.
Podemos encontrar rastros de su interés en este tema ya desde el 1948. Sus declaraciones y enseñanzas, tan característicamente suyas, establecen que el hombre y la mujer sólo pueden conocerse plenamente en el don mutuo de sí mismos, y nunca en el tratarse como meros objetos y medios que se usan para conseguir algo más.
Cabe señalar que provienen de esa época las enseñanzas contundentes de San Juan Pablo II que hoy en día constituyen el fundamento de la Teología del Cuerpo. Tomemos por ejemplo la catequesis sobre la bondad original del deseo sexual y la sexualidad como un llamado a la donación, —ya sea a Dios, a través de la virginidad, o al otro, a través del matrimonio— y el amor como la búsqueda operante del bien del otro.
Al ser elegido Papa en el 1979, Karol Wojtyla se convirtió en Juan Pablo II. Su nuevo puesto como cabeza de la Iglesia y sumo líder de la cristiandad le brindó innumerables ocasiones para hablar del amor humano y la sexualidad. San Juan Pablo II eligió las Audiencias semanales de los miércoles para catequizar y transmitir su mensaje sobre la Teología del Cuerpo.
Fue así como la vida le dio la oportunidad al Papa San Juan Pablo II de expresar su amor y dedicación a los fieles en general y, en particular a los jóvenes, para transmitir sus enseñanzas sobre cómo Dios desea que vivamos el amor y practiquemos la sexualidad, tanto para alcanzar la felicidad en esta vida como para rendirle gloria viviendo de acuerdo con Su plan amoroso.
La cristiandad y la humanidad en general pudo gozar por cinco años (1979-1984) de su amor paternal e instrucción sobre un tema tan actual, importante y fundamental como lo son el amor y la sexualidad humana. Papa San Juan Pablo II mismo designó sus enseñanzas al respecto con el nombre de Teología del Cuerpo. Los líderes que dirigen la formación y catequesis en la Iglesia, y los teólogos recurrieron a dichas catequesis para obtener pautas y puntos de referencia al tratarse de dicha materia. Poco a poco,
sus clases y conferencias fueron dando forma a una nueva disciplina educativa independiente, que es como hoy en día se la concibe y conoce.
Tanto en el pasado como en la actualidad este tema resulta ser de suma relevancia. No sólo porque hoy como entonces el amor y la sexualidad humanas constituyen aspectos muy fundamentales del ser humano en cuanto a la apertura al otro y la necesidad del otro para realizarse en plenitud, sino porque hoy —como nunca antes— el hombre se ve bombardeado por todos los flancos con una visión utilitaria y hedonista del sexo y del ser humano. Tales perspectivas anulan parcial o totalmente el valor infinito del amor y la sexualidad definidos en base a que el ser humano es creado a imagen y semejanza divina; y que, como Sus hijos amadísimos, estamos llamados a la santidad y a rendir gloria a Dios Padre.
El taller titulado “El gozo de ser plenamente humano” comprendió una amplia gama de estos temas. Los jóvenes participantes tuvieron tiempo para aprender acerca del significado y las implicaciones de ser creaturas hechas a imagen y semejanza divina. Durante el taller los jóvenes tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre un Dios todopoderoso y bueno que nos ha creado para amar y entregarnos a los demás. El gran desafío es superar nuestro egoísmo.
La Pastoral Juvenil planifica a menudo actividades semejantes al taller con el fin de guiar y formar a los jóvenes de nuestra Diócesis. Los jóvenes participantes quedaron muy agradecidos de lo compartido y aprendido en el taller. Expresaron además su deseo de seguir formándose y aprendiendo más acerca de su identidad católica.
Para obtener más información acerca de la Oficina de la Pastoral Juvenil de la Diócesis, así como de próximos eventos y actividades, recomendamos a nuestros lectores que revisen constantemente la página web de la Diócesis de Fort Worth. En ella encontrarán más información sobre éste y otros temas de gran importancia para la comunidad católica del norte de Texas.